Tomar la decisión de amamantar a tu nuevo bebé es una de las más importantes y trascendentales que harás como mamá. La Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan la lactancia materna como el método preferido de nutrición infantil durante el primer año de vida.

Toma nota

La actual política de lactancia materna de la AAP afirma que "la leche humana es la única superior para la alimentación del lactante y es específica de cada especie; todas las opciones de alimentación sustitutiva difieren notablemente de ella". ¿Por qué? Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la composición química específica de la leche materna sigue siendo desconocida y no puede duplicarse. Cada año se descubre que las leches infantiles sintéticas son deficientes desde el punto de vista nutricional, a medida que los científicos amplían sus conocimientos sobre la leche humana.

La lactancia materna es la nutrición perfecta de tu bebé. La leche materna es una sustancia viva que cambia para satisfacer las necesidades nutricionales de tu bebé, tanto durante las tomas individuales como durante su desarrollo. Además, no tienes que preocuparte de que la leche materna sea retirada del mercado por contaminación. Los bebés amamantados tienen un mayor coeficiente intelectual. La alimentación con leche artificial se asocia a un menor coeficiente intelectual y desarrollo cognitivo.

Investigar

Un estudio reciente descubrió que, por término medio, los niños alimentados con leche materna tienen entre tres y cinco puntos más de coeficiente intelectual que sus compañeros alimentados con leche artificial. Los bebés amamantados (y las madres) están más sanos. Se ha demostrado que la lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones y enfermedades al contribuir al desarrollo del sistema inmunitario. Los bebés alimentados con leche materna tienen menos incidencia de asma, enfermedades gastrointestinales, diabetes y cáncer, y son menos propensos a morir por el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

Además, pueden absorber mejor los nutrientes ingeridos y reciben una mayor inmunidad gracias a las vacunas infantiles. La lactancia materna también reduce el riesgo de la madre de padecer muchos tipos de cáncer a lo largo de su vida. A pesar de que la lactancia es una forma completamente natural de alimentar al bebé, saber hacerlo correctamente es una habilidad que se aprende y requiere práctica.

¿Cómo prepararse para una experiencia de lactancia satisfactoria? La mayoría de los hospitales y centros de maternidad ofrecen una serie de clases a las nuevas madres sobre la crianza, el parto y la lactancia. Consulta la oferta local y apúntate con antelación. Las clases suelen llenarse rápidamente, así que no esperes. Hay muchos títulos excelentes que responden a todas las preguntas que te olvidaste de hacer a tu proveedor de atención médica (y a las que te daba demasiada vergüenza).

Tenga en cuenta

Piensa en "El arte femenino de la lactancia", de Gwen Gotsch, Anwar Fazal, Plume, Judy Torgus. Piensa en lo que vas a necesitar para simplificar tu vida. La lactancia materna tiene la ventaja de ser la forma más sencilla de alimentar a un bebé: no hay que lavar y transportar biberones ni comprar leche artificial. Pero eso no significa que unos cuantos accesorios bien elegidos no puedan mejorar la experiencia. ¿Quiere que otras personas le ayuden a dar el pecho o tiene previsto volver a trabajar tras el nacimiento de su bebé? Un sacaleches de uso hospitalario puede ser una buena opción.

¿Te sentirás más cómoda durante las largas sesiones de lactancia si tienes un cojín de lactancia o un taburete para los pies? ¿Y la lactancia en público? Considere las opciones de un cabestrillo o una capa de lactancia para amamantar en público de forma discreta, y no se olvide de tomar la talla de un sujetador de lactancia que le quede bien. Ha llegado tu bebé y estás lista para poner en práctica todos tus meses de preparación. La asesora de lactancia es tu amiga.

Muchos hospitales y centros de maternidad (y también las consultas de los pediatras) cuentan con asesores de lactancia que estarán encantados de que tú y tu bebé tengáis un comienzo saludable en vuestra relación de lactancia. No pierdas la oportunidad de reunirte con una asesora para recibir consejos prácticos sobre la mecánica de la lactancia.

Nota final

A diferencia de la alimentación con biberón, no puedes medir la cantidad de leche que recibe tu bebé a través de la leche materna, así que lleva la cuenta de los pañales mojados y sucios de tu bebé para asegurarte de que está recibiendo una nutrición adecuada. Aunque es muy raro que una madre no produzca suficiente leche para alimentar a su bebé, si tienes alguna duda, asegúrate de contactar con tu pediatra. Amamantar a tu bebé es un baile que requiere tiempo para aprender. Aunque algunos bebés son campeones de la lactancia desde el principio, muchas madres primerizas descubren que se necesita cierto esfuerzo para perfeccionar la habilidad. Las primeras semanas suelen ser las más difíciles, pero si tienes problemas, no los dejes. Con la ayuda adecuada, la gran mayoría de las mujeres pueden amamantar a sus hijos con éxito. Reúnete con una asesora de lactancia o asiste a una reunión local de la Liga de la Leche. Utiliza el apoyo de otras madres lactantes.